lunes, 24 de agosto de 2015

Diez bandas que cambiaron de nombre justo a tiempo

   




 Pearl Jam. Eddie Vedder y compañía aseguran que estaban demasiado ocupados en componer sus primeras canciones como para dedicarle tiempo a elegir un nombre para su banda en 1990, por lo que la bautizaron Mookie Blaylock, en homenaje a un jugador de béisbol de los New Jersey Nets. Unos meses más tarde, el grupo optó por Pearl Jam, en referencia a una mermelada de peyote que preparaba la abuela de Vedder, algo que el propio cantante desmintió en 2006.


Radiohead. Los cinco miembros de la banda de Oxford se conocieron en sus días de estudiantes, por lo que ensayaban una vez terminadas sus obligaciones académicas, los viernes por la tarde. De ahí a llamarse On a Friday había sólo un paso, y así fue, hasta que a Thom Yorke se le ocurrió echar mano a la canción de Talking Heads "Radio Head".


 

Pink Floyd. En un principio, Syd Barrett y compañía eligieron como nombre el intraducible Screaming Abdabs, una expresión del inglés antiguo para referirse a un estadio de ansiedad y nerviosismo cercano al delirium tremens. Por suerte, no mucho tiempo después, apareció en el horizonte la idea de homenajear a sus dos bluseros favoritos, Pink Anderson y Floyd Council.


 

Green Day. Billie Joe Armstrong y Mike Dirnt comenzaron a tocar juntos en San Francisco en 1986. Por ese entonces, ambos tenían catorce años, por lo que se anunciaban bajo el título irónico de Sweet Children. Para evitar confusiones con otra banda con un nombre similar, se rebautizaron en honor a una canción propia dedicada a quedarse en casa fumando porro.
  


Blur. Nacida en el ámbito de las escuelas de arte londinenses, la banda de Damon Albarn tenía en sus comienzos una notada ambición literaria. De ahí se desprende que, en sus primeros años el grupo se llamara Seymour en clara alusión a "Seymour, una introducción", de J.D. Salinger. Al momento de firmar su primer contrato, la discográfica Food impuso una cláusula irrevocable que obligaba a la banda de cambiar de nombre, con una lista de sugerencias posibles. Entre todas las opciones a su disposición, eligieron Blur, y el resto es conocido.


 
Beach Boys. A pesar de que pocas veces tocó una tabla en su vida, Brian Wilson dedicó varias de las primeras canciones del grupo al surf, una cultura emergente en la costa oeste estadounidense. Para ganar adeptos, bautizó a la banda como The Pendeltons, en homenaje a la marca de remeras favorita de los surfers. A su sello le gustó tan poco el nombre que los rebautizó Beach Boys sin consultar a los propios integrantes. Al grupo no le quedó otra que aceptar el cambio. Cosas de contratos.


 
Oasis. Liam Gallagher nunca había demostrado demasiado interés por la música hasta que se unió al grupo que integraban sus amigos del barrio, llamado The Rain. El proyecto no parecía ir a ningún lado, por lo que Liam invitó a su hermano Noel a que se sumase. El Gallagher mayor aceptó el convite con dos condiciones: que la composición estuviese a su cargo, y que se cambiase el nombre del grupo, y así fue.


 
The Cure. Mucho antes de hacerse cargo de todo el imaginario gótico de la banda, Robert Smith era un soldado raso en la banda que terminó liderando. Relegado al segundísimo plano, Smith era el tecladista de The Obelisk, hasta que fue escalando posiciones, mientras las formaciones cambiaban de manera contínua. Después de varias opciones, Robert acortó su última elección, Easy Cure, al considerarla "demasiado hippie".


Simon & Garfunkel. Paul y Art empezaron a trabajar juntos a los quince años, en 1956. A la hora de elegir un nombre artístico, el dúo optó por salir al ruedo hacíendose llamar Tom & Jerry. Tuvieron un sólo éxito, por lo que al poco tiempo decidieron concentrarse en terminar sus estudios y, cuando se reencontraron ocho años más tarde, decidieron utilizar sus apellidos reales. Siempre es bueno evitarse un juicio con Hanna-Barbera.
 


 
The Black Crowes. Antes de decidarse al revival setentista, la búsqueda de los hermanos Chris y Rich Robinson iba por el lado del garage y el country, por lo que su grupo se llama Mr Crowe's Garden, un guiño a un clásico de la literatura infantil del sur de Estados Unidos. El viraje de estilo vino con cambio de nombre incluido. Según el baterista, el productor Rick Rubin les sugirió hacerse llamar Kobb Kounty Krows, para que las siglas del grupo fueran KKK. Por suerte, primó la cordura.


 
Fuente: Rolling Stone Argentina