Metallica regaló un espectáculo avasallador hoy en el Rock in Río y
mostró que la trayectoria de este festival está cada vez más unida al de
la banda californiana, sin la que hasta el nombre del evento perdería
sentido.
No en vano el grupo ha estado presente en ocho de las 16
ediciones del Rock in Río, en especial las más recientes, incluyendo
tres en Río de Janeiro, tres en Lisboa, una en Madrid y otra en Las
Vegas (EEUU).
En esta edición de 30 aniversario, Metallica no
podía faltar y aprovechó para organizar un concierto muy anclado en su
pasado más metalero, aunque tampoco faltaron varios de sus éxitos más
modernos, destacó Efe.
Los propios organizadores del festival han
querido de hacer de esta edición una de las más rockeras y, al
contrario de ediciones pasadas, han dedicado tres de las siete noches de
conciertos al rock duro y al metal.
El grupo californiano
repitió hoy la táctica del Rock in Río de Las Vegas del pasado mayo y se
congració con el público permitiendo que un centenar de personas,
elegidas por sorteo de entre su club de fans de Brasil, acompañasen la
actuación en el mismo escenario.
El largo repertorio de la banda
arrancó con un frenético "Fuel" e incluyó temas añejos como "One" o
"Unforgiven", un atronador "Master of Puppets" y otros éxitos más
modernos como "Whiskey in the Jar" que fueron coreados de principio a
fin por un público entregado que se sabe de memoria cada una de las
canciones de la mítica banda.
Poco después del inicio del
concierto un problema técnico durante un solo de guitarra -la
desconexión de un cable de sonido- obligó a parar la presentación
durante unos cinco minutos, lo que ocasionó algunos abucheos del público
y una queja del solista, James Hetfield.
A pesar de ese pequeño
incidente, Metallica prosiguió el concierto con energía y conectando con
un público muy participativo que siempre abarrota todas las actuaciones
del grupo en Brasil.
Metallica dejó para el final dos de sus
temas más conocidos, "Nothing Else Matters" y "Enter Sandman", que
supuso el colofón de una noche muy metalera y en la que predominaron las
canciones más antiguas de la banda.
Antes de Metallica calentó
motores otra banda de heavy con tres décadas de carretera, Mötley Crüe,
que ofreció un espectáculo intenso adornado por un poco de pirotecnia.
Durante
"Shout to the Devil", Nikki Sixx encendió un potente lanzallamas
acoplado a su bajo que desprendió una larga llamarada que se elevó
varios metros y aumentó la temperatura en las primeras filas del público
entregado al rock de la banda californiana, que está inmersa en su gira
de despedida.
Una grata sorpresa para el público brasileño fue
la banda británica Royal Blood, creada en 2013 y compuesta por tan solo
dos integrantes: el cantante y bajista Mike Kerr y el batería Ben
Thatcher, que ofrecieron un espectáculo de puro ritmo con nada más que
dos instrumentos.
El dúo británico mostró que un bajo y una
batería sobran para reproducir el sonido de una banda entera, con el que
llenar un enorme escenario como del Rock in Río y cautivar a 85.000
espectadores.
Otra de las bandas más aplaudidas de esta primera
noche de rock fue Korn, uno de los pioneros del 'nu metal', cuyo
concierto, de forma incomprensible al menos para el público brasileño,
fue programado para el escenario Sunset, el segundo en importancia del
recinto.
Mientras decenas de miles de asistentes se apiñaron en
una zona algo angosta de la Ciudad del Rock para escuchar el repaso por
los 20 años de éxitos de Korn, el escenario principal se quedaba medio
desangelado para el concierto de la banda francesa Gojira, con el que se
solapó unos minutos.
Gojira, nombre japonés del monstruo
Godzilla -antiguo nombre de la banda-, fue el encargado de abrir el
telón en el escenario principal con una atronadora y ensordecedora
sesión de 'progressive death metal' que hizo temblar los cimientos de la
Ciudad del Rock.
La decimosexta edición del Rock in Río comenzó
este viernes y celebrará en total siete días de conciertos, tres de
ellos dedicados al rock duro y al metal.
Este domingo la tercera
jornada del festival estará dedicada a las baladas y tendrá en su cartel
a cantantes como Rod Steward, Elton John y Seal.
Fuente: El Universal